El tratamiento de contorno mandibular con ácido hialurónico es un procedimiento no quirúrgico que redefine la línea de la mandíbula, logrando un rostro más estructurado y armónico. Este tratamiento es ideal para resaltar el perfil facial, corregir asimetrías y mejorar la proyección de la mandíbula de forma natural.
En esta sección, te mostramos algunos casos de éxito de pacientes que han confiado en nosotros para su tratamiento de contorno mandibular con ácido hialurónico redefiniendo la línea de la mandíbula y mejorando su armonía facial.
Beneficios
Estructura facial mejorada
Resalta y define la línea de la mandíbula, logrando un aspecto más equilibrado.
Corrección de asimetrías
Permite mejorar las diferencias en la forma y el contorno mandibular.
Resultados personalizables
Ajustamos el tratamiento a las necesidades específicas de cada paciente para obtener resultados naturales.
Rápido y sin cirugía
Logra cambios visibles en una única sesión sin necesidad de cirugía invasiva.
Compatibilidad con otros tratamientos
Puede combinarse con otros procedimientos como armonización facial para un resultado integral.
El procedimiento consiste en la infiltración de ácido hialurónico en puntos estratégicos de la mandíbula para mejorar su contorno y proyección. El ácido hialurónico utilizado es biocompatible y reabsorbible, garantizando un tratamiento seguro y eficaz. El médico estético analiza previamente las proporciones faciales del paciente para diseñar un plan personalizado que potencie la armonía facial.
Cuidados tras el tratamiento
Después del tratamiento, es normal experimentar una ligera inflamación y enrojecimiento en la zona tratada, que desaparecerán en pocos días. Para garantizar una recuperación óptima, te recomendamos:
Evita la presión innecesaria
No presiones ni masajees la zona tratada durante las primeras 24 horas.
Actividades físicas moderadas
Evita ejercicios intensos durante los primeros dos días tras el tratamiento.
Protección frente a temperaturas extremas
No te expongas a temperaturas muy altas o bajas, como saunas o piscinas frías, durante las primeras 48 horas.
Mantén una buena hidratación
Beber agua favorece la integración del ácido hialurónico en los tejidos.
Sigue las recomendaciones médicas
Acude a las revisiones programadas para evaluar los resultados y resolver cualquier inquietud.